sábado, 30 de enero de 2010

Carne y ruido.

La delicada distancia entre la carne y el ruido.

miércoles, 27 de enero de 2010

Endémica, me perteneces.

Endémica de mi piel, de la cuarta zona intercostal izquierda.
Endémica de mi ruído bruxístico, de mis cavitaciones interfalángicas, de los periostios de mis huesos más ocultos, aquellos que lloran y nadie oye, aquellos que rugen como las puertas de un cementerio cuando me despierto.

Endémica de mi saliva arenosa,
de mi miel,
de mi hiel, y de mi tendinitis del supraespinoso.

Endémica de mis ausencias, de mi concupicencia, de mis dedos llenos de ruina y de lluvia, de mi paladar seco con restos de atún.

Endémica de mi sol,
de mis hamacas oxidadas,
de mis tardes de insomnio y de mis intentos frustrados de hacer el pino desde los ocho.

Endémica de mis ganas de hacerme mayor, antes,
y mis ganas de retroceder, ahora.

Endémica de mi, por que sí,
endémica de mi propia propiedad,
endémica de mis adentros, de mis tripas, de mi pasión por los gorriones, de mi odio hacia las golondrinas, de mi sangre salada, de mis juguetes rotos, de mi polla, de mis muestrarios de sonrisas, de mis bolígrafos olvidados, de los precipicios de mi ombligo, de mis noches amputado de una pierna y tres recuerdos...

Endémica de mi historia personal e intransferible,
tú, hoy, me perteneces.

jueves, 21 de enero de 2010

Las flores del cerezo.

Caen las flores del cerezo un año más y el verbo necesitar sigue escalando con piolets y dientes de hierro, subiendo posiciones, mordiendo, desgarrando. Y con la llegada de la nieve se aferrará por fín al primer puesto, desbancando al "Comer-domir-cagar-follar". Ahora necesitar es todo. Necesitar agua, libros, gasolina, besos, tiempo, compañía, halagos y resquicios.

Estatismo.

Tranquilidad.

Quietud.

Chimeneas.

Unos zapatos nuevos y una nuevo ambientador para el coche, esta vez que sea mango. ¿cómo cojones huele un mango? Seguro que huele genial, está más de moda que el Aloe Vera.
Ahora nadie usa el aloe para las quemaduras, ni los dvd de doble capa o las chaquetas vintage de Adidas.

Ya nadie se mueve porque este es su sitio.

Que viajen los valientes, que arriesguen los locos. A nosotros con la hipoteca nos vale. Mi cupo de riesgo está cubierto con engañarla una vez cada dos años y escaparme y volver sonrojado como si fuera aún un tipo joven que ha sacado los pies del tiesto.

Pero...¿y cuando todo esté acabando? Cuando le veas las orejas al lobo, cuando notes como ya el reloj de arena está casi vacío en su parte de arriba, cuando sientas todo el tiempo de las cosas escurriéndose entre las manos. ¿Qué haras entonces? Cuando sólo haya tiempo para lamentarse, lo haremos, sin más, y lloraremos como el que más, y nos maldeciremos por no haber ido a los canavales de Río, o no haber andado sobre la muralla china, o no haber aprendido a tocar el piano o no haber plantado un árbol.

Entonces ya no valdrá repetirnos "Y si...". Tan sólo nos quedará el recuerdo triste de las flores del cerezo cayendo un año más, arrastradas, entre otras cosas, por las brutales y cobardes fuerzas de nuestros propios miedos.

sábado, 16 de enero de 2010

El derecho a correr.

Papa quiere tocar la trompeta como Chet Baker, pero siempre tiene los dedos ocupados con crucigramas y fotos de cuando llevaba pantalones de campana. Mama quiere morir con la soga al cuello porque no tiene ni tabaco, ni sueños, ni pinzas de la ropa. Y yo ando escondiendo las cuerdas, desafilando cuchillos, vaciando la piscina.

Y es que cuando todo sale mal, nadie nos puede privar del derecho a correr.

miércoles, 6 de enero de 2010

Unchanged.

BorrónycuentanuevayvueltaaempezarunaXgrandesobredimensionadarecalcadaennegrita.
Tachamos
Pasamospáginacerramosesapuertaabrimoslaotramudanzaplanrenove.
Yafueralamismamierdaparalasmismasmoscas.