jueves, 17 de mayo de 2012

Abue

Se me fue en una alérgica y desteñida tarde primaveral, sin decir adiós, como los trenes enormes y los amantes orgullosos.
Ni charcos, ni flores, ni botes de perfumes rotos. Nada de algarabía, ni guirigay, dos palabras que suenan como sus dientes blancos repletos de risa.
Todo lleno de restos de nada. Es sólo en estos momentos en que uno piensa tatuarse fragilidad, fugacidad, escurridizo, existencia, efímero, o puta vida absurda.

La vida... al fin y al cabo, son vacíos y versos sin rima.
Los semáforos han muerto. Los olivos ya no polinizan. La ciudad del Sur, callada, parece ahora un pueblo de la Mancha, mudo.

Yo lloro, yo llanto, yo me descompongo. Me vienen bien las gramíneas para camuflar el dolor de los ojos. Me viene bien su adiós para tener de nuevo la excusa más potente que existe para estar triste: la muerte.

Hasta siempre, Abue.

1 comentario:

  1. Tu en que crees Doctor? Veras, hoy me he acordado de ti. Me he encontrado a una ex en la puerta de un bar. Y no me preguntes porque pero me he acordado de ti, y de frases literales tuyas que lei e hice mias y por las que te llege a tener por mi escritor favorito.

    Siento mucho lo de tu abu amigo.

    Te mando mis mejores besos!

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Huellas